Ayer, después de una gran semana conociendo una ciudad que me ha encantado, llegué a Valencia con la maleta llena de recuerdos y de muchas fotografías.
El viaje en general ha sido perfecto, con muchas risas y visitando entrañables lugares.
Personalmente solo encuentro dos cosas que no me han gustado del todo:
En primer lugar, las interminables 13 horas de ida y 13 horas de vuelta que hemos pasado en el autobús.
En segundo lugar, que no hemos parado ni media hora. desde que salíamos del hotel a las nueve hasta que regresábamos a las once o así no había ni un respiro.
No obstante, ambas objeciones tienen una parte positiva. En cuanto al autobús, para variar, éramos los encargados de animar el ambiente, con lo que nos hemos estado riendo a lo largo de cada kilometro de viaje, y en cuanto al ritmo frenético que hemos llevado, esta era la única forma de verlo todo en 3 días.
En resumen, un viaje genial por el que ha valido la pena perder una semanita de clase... ahora a ver si David la ha liado mucho en nuestra ausencia ;)
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